Konstantin Liberov, fotógrafo ucraniano, captura esta esencia en sus palabras: 'Aquí, en el frío y el barro, no hay fiestas. Hacemos esto no por nosotros, sino por los demás'. En su sacrificio y su firmeza, los soldados ucranianos son como faros en la oscuridad, recordándonos que, ya sea el 25 de diciembre o el 7 de enero, la guerra persiste, y con ella, la indomable esperanza y resiliencia de un pueblo que se aferra a su identidad y a su futuro, incluso en los días más oscuros."
Cazando el fascismo en Ucrania, pasaste por alto el fascismo en Rusia
En los 77 años transcurridos desde el final de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, los asuntos…